ELEGIR EL MEJOR BOZAL PARA NUESTRO PERRO
¿Cuál es el mejor bozal para mi perro?
La primera vez que nos hicimos esta pregunta fue hace unos años, cuando nos dispusimos a entrar con Pipper por primera vez en el Metro de Madrid, uno de los transportes urbanos españoles que permiten que los usuarios viajemos junto a nuestro perro atado. Eso sí, para acceder al suburbano, se exige que el animal lleve bozal. Así que la pregunta era obvia: ¿Qué bozal le pongo a mi perro? Aquí te contamos nuestra experiencia.
Pipper no lleva prácticamente nunca bozal. No pertenece a ninguna raza catalogada como perros potencialmente peligrosos (la ley obliga a los PPP a llevar bozal en espacios públicos), ni es agresivo, ni se pone nervioso con los niños, ni presenta problemas de comportamiento que requieran de bozal (como ingestión de excrementos), así que no se presentó la necesidad de ponérselo hasta que tuvimos que usar ciertos medios de transporte.
Pipper solo pesa 7,2 kilos. Por ello, cuando viajamos en avión o tren de larga distancia va tan contento dormido en su transportín. Fue al descubrir que había transportes urbanos que permitían acceder con mascotas atadas y con bozal cuando surgió la necesidad de hacerse con uno.
Os vamos a hablar de tres tipos de bozales:
Bozal para perros de tela o nylon.
Bozal para perros de rejilla (o cesta).
Bozal para perros braquicéfalos.
Nuestra primera elección fue un bozal de nylon, como podéis ver en la segunda fotografía. Este bozal de tela tiene un velcro que permite ajustarlo al ancho de la cara. Es cómodo de poner, de llevar en la mochila y nos permite dejar cierta holgura para que Pipper abra un poco la boca.
Sin embargo, los expertos consideran que no es el tipo idóneo, ya que si se ajusta mucho para evitar que el perro muerda (que es la función principal del bozal), no permite al perro jadear, algo vital para que pueda expulsar el calor del cuerpo y regular su temperatura. Por ello, se recomienda que este tipo de bozal solo se use para momentos puntuales, por ejemplo, al recibir asistencia veterinaria que implique una manipulación dolorosa para él o, en nuestro caso, hacer un trayecto corto en transporte (siempre que no haga calor y que el vehículo esté refrigerado, claro).
EL BOZAL IDEAL ES EL DE CESTA O CANASTA, YA QUE PERMITE JADEAR
Dicho esto, los expertos defienden que el bozal ideal es el de rejilla, conocido también como bozal de canasta o de cesta. Es el que podéis ver en la primera imagen. Quizá no sea el mas estético pero lo que tenemos que tener realmente en cuenta es que este dispositivo sí permite al perro jadear e incluso beber y comer premios mientras lo lleva puesto. Se fabrica en cuero, plástico, metal… Si vuestro perro necesita llevarlo cada día, dependiendo del material del que esté hecho, puede hacerle rozaduras en el hocico, así que es aconsejable poner una gasa o tela en la parte que roza con la piel. El nuestro es de silicona, un material flexible y ergonómico. Este modelo de Trixie tiene correas acolchadas de neopreno en la cara y el cuello para evitar rozaduras.
Por último, os recordamos que los perros braquicéfalos (Carlino o pug, Bóxer, Bulldog Inglés, Bulldog Francés, Pequinés, etc.) necesitan un tipo de bozal diferente especialmente adaptado a la forma de su cráneo y de su hocico achatado, como este.
¡Ah! Y para acostumbrar a tu perrete al bozal, utiliza el refuerzo positivo: premios (Mmmmh), caricias, felicitaciones… Es posible que se lo intente quitar con la patita al comienzo, pero si se le acostumbras a llevarlo con estos trucos, no tardará en aceptarlo.