ESCUELA DE SALVAMENTO Y DETECCIÓN CON PERROS
En las labores de rescate en grandes catástrofes y búsqueda de personas desaparecidas en el campo, los equipos de expertos profesionales y voluntarios cuentan con unos aliados de excepción: los perros. Ellos son los grandes valedores de entidades como la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros, una ONG que lleva 22 años desarrollando esta misión junto a sus fieles compañeros.
Por: ELENA DELGADO
Suena el teléfono en la madrugada de un día cualquiera y en cualquier parte del mundo un temblor de tierra ha sembrado el caos. En la Escuela de Salvamento y Detección con Perros una decena de voluntarios se moviliza para salir al rescate junto a sus perros. No importa en qué fecha, ni en qué lugar, ni en qué circunstancia. Su compromiso con esta misión está por encima de su vida personal o familiar y para ello se preparan a diario, humanos y animales.
Desde que se creó la ESDP, en 1999, han sido muchas y diversas las misiones en las que esta ONG ha tenido que intervenir y, lo mejor, han sido decenas las vidas las que han salvado de la muerte y el sufrimiento. Y siempre lo han conseguido con la ayuda inestimable de sus perros.
Esta entidad nació tras la catástrofe de la riada del Camping Las Nieves en Biescas, en 1996. Allí, diferentes voluntarios acudieron al rescate y pudieron comprobar la trascendencia que tenía para salvar vidas una intervención coordinada y homogénea. Desde entonces, se ha conseguido que voluntarios y profesionales reciban una formación acorde a este tipo de misiones, en las que todos los que intervienen lo hacen de manera coordinada.
Como otras entidades, la Escuela está integrada en la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Comunidad de Madrid (112) y en el Ericam, una unidad especial de emergencia y respuesta inmediata, creada para coordinar a los distintos organismos en las misiones conjuntas de rescate. Sus intervenciones, que realizan siempre de forma altruista, no tienen fronteras y es habitual que voluntarios y perros salgan de España a realizar rescates a otros países. Han formado parte de los contingentes de ayuda de emergencia que España ha enviado a los terremotos de Turquía (1999), El Salvador ( 2001), Argelia (2003), Marruecos (2004) y Haití (2010) y Ecuador (2016), entre otros.
El perfil de los voluntarios es muy diverso, desde bomberos o policías hasta informáticos, y todos con una cosa en común: su implicación. Susana Izquierdo, portavoz y presidenta de la ESDP, asegura que no cualquiera vale para esto. Ni todos los perros ni todas las personas están preparadas para hacer rescates de este calibre, ni los animales tienen las destrezas o están entrenados, ni las personas tienen la preparación física y psicológica y una disponibilidad de tiempo para ello. “Los que formamos parte de esto -dice- entramos con una motivación personal y después, nuestro aliciente es trabajar con el perro; puede que no sea el perro que te acompañaba desde siempre, porque no sirva para desempeñar este trabajo, y a eso también tienes que saber adaptarte”. Además, recuerda que los voluntarios han que tener la mochila preparada para salir de viaje en cualquier momento, un sacrificio que no cualquiera está dispuesto a hacer.
Los perros entrenados para el rescate también tienen que estar preparados para una partida inmediata. Sometidos a un entrenamientos físico rutinario y a una preparación en la búsqueda, son canes como los de cualquier familia, aunque siempre tienen alguna restricción en la convivencia con su guía, explica Susana Izquierdo, como la forma de interactuar en el juego o cómo se orientan las obediencias.
OTRAS LÍNEAS DE TRABAJO
Gracias al apoyo de programas como Dejemos Huella de Elanco Animal Health, que da soporte a la entidad, la ESDP puede diversificar su trabajo. Además de los rescates, la ONG tiene una línea de I+D+i y participa en proyectos de investigación. La Escuela de Salvamento y Detección con Perros es la primera entidad que ha formado parte de un equipo de investigación europeo para hallar nuevas tecnologías que mejoren las condiciones de trabajo en situaciones de emergencia. Asimismo están desarrollando una línea de investigación para monitorear a los perros, de forma continuada, durante los rescates, que permita saber qué hace y dónde se encuentra cada miembro del equipo en cada instante durante los trabajos de búsqueda. Otra de sus líneas de trabajo es la formación a miembros de entidades públicas y privadas en el rescate con perros, por ejemplo en el Cuerpo de Bomberos de Lisboa; bomberos de Brasil o formación en la Escuela Nacional de Protección Civil.