ALCALÁ DEL JÚCAR
Alcalá del Júcar con perro
La provincia de Albacete esconde rincones insospechadamente bellos que, además, son dogfriendly. Es el caso de Alcalá del Júcar, una pequeña y pintoresca localidad encaramada en un risco sobre el río Júcar, y que ha conquistado el interior de la generosa montaña con una suerte de laberinto de galerías subterráneas.
Mi viaje por la provincia de Albacete en marzo de 2021 me llevó hasta Alcalá del Júcar, catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España. Este original lugar es un entramado de casas encaladas que trepan por la hoz del Júcar hasta alcanzar la cima del risco, donde un castillo de origen medieval observa el empinado semblante de este municipio. Lo más curioso es que las fachadas de las casas se hunden en la montaña hasta atravesarla de lado a lado a través de un sinfín de galerías subterráneas, algunas de ellas convertidas en viviendas.
Pablo y yo visitamos Alcalá del Júcar atraídos por algunas actividades que se pueden disfrutar con perro, como la visita a las Cuevas del Diablo, ubicadas en el mismo centro del pueblo e invisibles a simple vista, pues se esconden en el vecindario tras una sencilla puerta de madera. Al pasar el umbral nos recibe el aire acondicionado más ecológico que puede existir: la temperatura es constante a 18 grados centígrados. No acierto a adivinar si estoy en una casa exactamente pero me lanzo a la aventura y empiezo a recorrer, junto a Pablo, las infinitas galerías que se suceden tramo a tramo, hasta atravesar por entero la colina.
La cueva fue construida en 1905 por una familia “pudiente”, me cuentan, para guardar el ganado y las cosechas de vino. En 1980 Juan José Martínez García, apodado “El Diablo”, rescató esta cueva del olvido, la acondicionó y le dio un carácter turístico y hasta con servicio de restaurante. Hoy día se pueden visitar y aunque ya no se sirven comidas, sí ofrecen un refrigerio. “El Diablo” en persona nos lo explicó allí mismo. A mí me prepararon un trago que se llama La sangre del diablo, y cuya fórmula secreta no vamos a desvelar (añado que soy un perro muy formal y no como ni bebo nada que no me esté permitido, así que se lo cedí a Pablo).
UNA TERRAZA CON VISTAS
El coste de la entrada es de tres euros, que da derecho a recorrer la cueva y tomar una consumición en la terraza, desde la que se contempla una formidable vista. Una escalera interior conecta la terraza con otro mirador, tres niveles por encima de la Cueva del Diablo, y que está situado en la conocida como Cueva de Garadén. Acongoja la visión aérea que se atisba desde este punto: un enorme abismo que se abre bajo mis patas, y pone a prueba mi vértigo…
La cueva está salpicada de objetos cotidianos de distintas épocas, como una especie de museo etnográfico, de usos y costumbres de sus gentes, desde máquinas de coser, hasta objetos de labranza o billetes y monedas, que, de forma ecléctica, animan la vista de la cueva. Yo me muevo a mis anchas. Aquí admiten perros educados de cualquier tamaño. De hecho, nos recibe una perrita tan bien adiestrada que hasta nos abre las puertas.
De vuelta a las calles de Alcalá del Júcar, Conjunto Histórico-Artístico desde 1982, bajamos hasta el río y el bucólico puente de piedra, que llaman romano pese a no datar de esa época, lo cual no le resta un ápice de belleza; las extremidades del río Júcar se deslizan bajo sus ojos, y una pequeña isla en medio conforma una playa -la playeta- para uso y disfrute de los afortunados de dos patas (a los perros no nos dejan utilizarla). En las alturas de Alcalá del Júcar se yergue el castillo. El paseo nos lleva hasta la Ermita de San Lorenzo, la Iglesia de San Andrés y una peculiar Plaza de Toros con forma elíptica.
ACTUALIZACIÓN SEPTIEMBRE 2023: En el momento de nuestra visita, al castillo no se podía acceder con perro, ya que, según nos explicaron desde Turismo de Alcalá del Júcar, en su día se permitía y muchos dejaban los excrementos sin recoger o permitían al animal orinar en cualquier parte. En junio de 2023, el ayuntamiento se replanteó la situación y decidió dar una nueva oportunidad, permitiendo (a modo de prueba) el acceso con perro atado y bajo la responsabilidad del dueño. Esperamos que todo el mundo esté a la altura y no se tenga que volver a cerrar el monumento a las familias con perros educados. La visita es libre y se necesita un mínimo de media hora para conocer la fortaleza.
ALOJAMIENTO Y MULTIAVENTURA
Para dormir escogimos el complejo de Casas Rurales Los Olivos, situadas a cinco minutos caminando del centro del pueblo. Están provistas de dos plantas: en la inferior, un gran salón con chimenea, cocina bien equipada y la habitaciones en la planta superior. También hay apartamentos petfriendly de una sola habitación. Todos estos alojamientos están junto al río. El baño no es recomendable, pero tranquilos porque las casas rurales tienen una buena piscina, zonas verdes y barbacoa.
Salté de alegría al ver aquella chimenea tan prometedora en el salón, hasta que Pablo me fastidió el plan al negarse a encender la lumbre. ¡Con lo que me gusta dormirme al calor del fuego! Ésta se la guardo… En Los Olivos las mascotas no tienen coste adicional, y no hay límite en el número de canes por alojamiento, o límite de peso. Podemos movernos por todo el complejo excepto en las barbacoas y el recinto de la piscina, pero sí podemos acceder a la terraza de la cafetería frente a la piscina, y que abre en agosto.
Las Casas Rurales Los Olivos ofrecen un programa de actividades multiaventura: paintball, rockódromo, descenso de barrancos, parque de cuerdas, escalada, rafting, kayak, canoa, aguas bravas, paddle surf y piragua. Estos dos últimos se pueden practicar junto a tu mascota, así que Pablo no se lo pensó y nos aventuramos a remar por el Júcar. Los guías, encantadores, nos llevaron en una furgoneta hasta la zona donde nos subimos a las piraguas (5 minutos río abajo desde las casas). Allí, además, grabamos parte del vídeo de mi visita a Alcalá del Júcar. Me lo pasé bomba con Ana, la guía y nuestra acompañante más cañera.
Muy recomendables también las rutas senderistas. En la oficina de turismo os podrán informar de la principales. Y no os perdáis las vistas del pueblo que hay desde una gran roca que sobresale en lo alto de los riscos que hay justo enfrente. Llegar a ella no es muy complicado: hay que coger una senda que parte de la calle Batán a la altura de la Casa de la Cultura. El camino asciende por la hoz hasta llegar al mirador. Es una pequeña excursión de 15 minutos. El premio es la foto que encabeza este post.
El punto negativo de Alcalá del Júcar es que no encontramos bares y restaurantes dog friendly que admitan perros educados en el interior. En el pueblo, junto al río, hay varias terrazas en las que se puede estar y a ocho minutos en coche, el restaurante El Mirador permite el acceso a su terraza cubierta, provista con estufas. Está en lo alto de la hoz, en la pedanía Las Eras, y ofrece unas vistas estupendas de este lugar de postal.
ALOJAMIENTOS CON PERRO EN ALCALÁ DEL JÚCAR
Casas Rurales Los Olivos. Carretera de Tolosa s/n. Alcalá del Júcar. Tel: 967 11 01 90
Apartamentos y Casas Rurales Ribera del Júcar C/ Berrocal s/n. Alcalá del Júcar. Tel: 672 233 347
Casas Rurales Olmeda C/ Olmeda s/n Alcalá del Júcar. Tel: 678 68 41 07
Casas Rurales Maribel. Batán, 98. Alcalá del Júcar. Tel: 629 05 10 76
La Casa del Boticario. Calle Nueva, 28. Alcalá del Júcar. Tel: 601 64 18 14