Ordesa y Monte Perdido con perro

En el corazón de los Pirineos de Huesca se enclava el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este gigante corona el extenso espacio natural, bendecido por cuatro increíbles valles que gozan de la máxima protección. Su belleza es tal que cada año visitan este destino 600.000 personas. Y nosotros no nos lo podíamos perder. Aquí te contamos cómo ir a Ordesa con perro.

Estuvimos en Ordesa y Monte Perdido entrado ya el otoño de 2020, bajo un cielo pétreo pero con una interminable gama de colores ante nuestros ojos. En esta estación los bosques de Ordesa son pura magia. Asombra la enorme paleta de tonos ocre, marrones, amarillos, dorados y rojos de las especies caducifolias, que se van imponiendo al verdor de praderas y de árboles de hoja perenne, siempre fieles a una tonalidad más propia de la primavera. Cumbres rocosas y montañas de granito se alzan entre los valles y laderas cubiertos de un manto vegetal y arañados por decenas de ríos y gargantas, haciendo de este paisaje, más bien, un paraíso.

LOS PERROS DEBEN IR ATADOS EN LOS PARQUES NACIONALES ESPAÑOLES

Como en cualquier otro parque nacional en España los perros debemos ir atados en todo momento, una decisión que responde a la fragilidad de estos enclaves, únicos y especiales. El incumplimiento sistemático de esta norma por parte de un número significativo de visitantes ha llevado a las organizaciones ecologistas a pedir al parque nacional que prohiba el acceso de mascotas, prohibición que ya es una realidad en el vecino Parque Nacional de los Pirineos (la vertiente francesa de este enorme espacio protegido). Por cierto, si vais a hacer excursiones largas con vuestro perro por Ordesa que impliquen entrar en la zona francesa, tened esto muy en cuenta porque podríais llevaros una buena multa.

Mucha gente no entiende por qué se impide que las mascotas vayamos sueltas en un espacio natural. Las razones son varias. Por un lado, hay perros sueltos que molestan al ganado y, de hecho, estas situaciones han provocado más de un accidente. Por otro, los problemas que un perro suelto puede ocasionar en un entorno natural protegido, y que son más graves de lo que podamos imaginar, alterando de modo irremediable los ecosistemas, ya de por sí delicados.

El simple hecho de sumergirse en pozas o ríos contamina las aguas, puede perjudicar las puestas de peces y anfibios y alterar los sedimentos, al igual que ocurre si los perros escarbamos en la tierra. Si caminamos sueltos también asustamos a mamíferos, roedores y aves.

Por último, algo obvio: ir sueltos implica que podemos molestar a otras personas que andan por los senderos, en muchos casos estrechos. No debemos olvidar que este parque nacional es visitado por más de 600.000 personas cada año y que las visitas se concentran, sobre todo, en fines de semana, puentes y vacaciones. Es por ello que desde Pipper on Tour queremos pedir respeto a las normas. Si los perros no vamos atados, nos veremos abocados a la prohibición. Precisamente, días después de que estuviéramos en el parque, el patronato que lo gestiona celebró una votación al respecto y ganó la opción de seguir admitiendo perros atados, pero por poco margen.

¡Ah! Y otra cosa. Por favor: que nadie deje tirados en el parque latas, plásticos, mascarillas… Parece mentira que tengamos que decir esto, pero durante nuestra visita vimos restos que no deberían estar ahí y que tuvimos que recoger. ¡La solución es tan fácil…! simplemente se trata de llevar en la mochila una bolsa para la basura y depositarla en una papelera de vuelta a casa o al alojamiento.

LOS CUATRO VALLES, MONTE PERDIDO Y BUJARUELO

Para facilitar su recorrido, el parque está divido en seis sectores: Añisclo, Escuaín, Ordesa y Pineta, que son los cuatro valles de este espacio, además del macizo de Monte Perdido y el Valle de Bujaruelo que, aunque está fuera de los límites del Parque Nacional, es Reserva de la Biosfera. Pablo y yo nos adentramos en el cañón de Añisclo y en el Valle de Ordesa.

El de Ordesa es un súper valle, vasto y soberbio. Hicimos parte de la ruta más conocida: el camino que transcurre a lo largo del río Arazas, desde la Pradera de Ordesa hasta la Cascada de la Cola de Caballo (el tiempo se torció en mitad de la senda y tuvimos que quedarnos a la altura de la cascada de Arripas). Esta caminata de tres horas de ida y lo mismo de vuelta permite contemplar las montañas que rodean el valle, varias cascadas y, por supuesto, una tupida vegetación, incluyendo un precioso bosque de hayas que en otoño es todo un espectáculo.

CÓMO LLEGAR AL VALLE DE ORDESA

A Ordesa se accede desde la villa de Torla-Ordesa. Partiendo del pueblo, son 14 minutos en coche hasta el aparcamiento del parque nacional (los más aventureros pueden ir andando, pero la caminata es larga). Ojo, porque el aparcamiento suele llenarse pronto y cuando ya han entrado 1.800 personas, se cierran los accesos y no se abren hasta que esa cifra descienda (por ejemplo, al mediodía, cuando los excursionistas más madrugadores bajan a comer). Evidentemente, entre semana no suele cerrarse el acceso, pero sí fines de semana, puentes… Desde el aparcamiento parten las rutas senderistas, incluyendo la famosa senda que va a la Cola de Caballo.

CON PERRO, EN AUTOBÚS

En temporada alta (Semana Santa, verano, puentes señalados…), el acceso en coche está prohibido y sólo se puede llegar al parque en autobús. El Ordesabús parte del municipio de Torla y está equipado para llevar a los perros en transportines especiales, dentro de la bodega. El coste de ida y vuelta es de 4,50 euros por persona y dos euros los perros. El número máximo de mascotas por viaje es de tres y los viajeros pueden usar, si lo desean, su trasportín particular en las mismas condiciones de transporte.

VALLE DE AÑISCLO

La segunda escapada con perro por Ordesa y Monte Perdido fue por el Valle de Añisclo, al que se accede, desde Aínsa, por la A-138 hacia el norte. Al pasar la localidad de Escalona hay un desvío hacia la HU-631, una estrecha carretera de un único sentido que se adentra en el Parque Nacional hasta el aparcamiento de Añisclo. A lo largo de los 40 minutos de recorrido paramos en alguno de los miradores, desde los que ver y fotografiar el transcurso del río, que ha arañado la montaña hasta crear un profundo y sinuoso cañón. Una vez que se llega al parking, se puede hacer una pequeña excursión de unos 15 minutos, por un sendero que baja hacia el río Bellós. Avanzamos entre las esbeltas hayas, cubiertas de hojas doradas y alcanzamos el puente de San Urbez. Después llegamos hasta la curiosa ermita del mismo nombre, esculpida en la roca. El camino desemboca en unas charcas y una pequeña cascada. Recordad que está prohibido bañarse, los perros tampoco podemos hacerlo, para frustración mía. Pero las normas son las normas y yo soy un perro educado.

Desde el aparcamiento de Añisclo, seguimos 8 minutos carretera arriba en coche hasta el mirador de Añisclo, que asoma entre encinas, abetos y hayas. Tiene unas preciosas vistas sobre el cañón y las montañas. Como el cielo estaba despejado, nosotros incluso vimos el Monte Perdido. ¡Solo nos faltó ver volar al quebrantahuesos!, aunque después examinamos dos ejemplares de cerca en el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica de Aínsa. De vuelta al coche nos dirigimos a Fanlo, en las inmediaciones del Parque, un pequeño pueblo de casas de piedra, muy coqueto y cuidado.

Valle de Ordesa.

Durmiendo en la casa rural de Borrastre.

Casa Rural Perico.

Los anfitriones perrunos de Casa Perico.

Pipper en el jardín de la casa rural.

Mi apartamento en Casa Rural Perico.

¿Hay alguien en casa?

Los colores del otoño cerca de Fanlo.

CASA RURAL PERICO

Desde Fanlo volvimos a nuestro alojamiento, a 24 kilómetros, mientras Pablo paraba y volvía a parar en cada mirador a fotografiar los bosques otoñales. Nos esperaba Casa Rural Perico, en Borrastre, enclavado en el Valle del Ara y rodeado de montañas y con unas vistas de cuento.

Casa Perico, que podéis ver en las fotos, es una casa familiar que regenta la matriarca de tres generaciones: Pilar, un encanto de persona que nos atendió a las mil maravillas. Casa Perico, reconvertida ahora en alojamiento rural, tiene cuatro apartamentos, y tres más en construcción. Además, la finca consta de un huerto y una vaquería, lo que le confiere un auténtico sabor rural. Allí me recibieron tres colegas peludos estupendos: Kira, Ibón y Laika. Se lo deben pasar pipa en el gran jardín de Casa Perico, y entre los demás animales de la finca. El jardín, que es precioso, dispone de mesas de piedra para comer o tomar algo, además de una zona infantil con columpios, barbacoa, y todo ello enmarcado por una iglesia y su gran torre. El apartamento en el que nos alojamos tenía dos habitaciones, salón, un baño estupendo y una cocina totalmente equipada. Pilar siempre tiene un detalle con sus huéspedes, a los que recibe con algún producto de la huerta.

Los perros somos muy bien acogidos en Casa Perico. Se admiten dos perros pequeños o uno grande en cada apartamento, y podemos disfrutar del jardín. Huelga decir que no podemos subirnos a las camas ni a los sofás, y no está permitido que nos quedemos solos en el apartamento, salvo que seamos muy tranquilos y no ladremos. No cobran suplemento por el alojamiento de mascotas.

El tiempo y la lluvia no nos permitieron hacer muchos más planes, más allá de una escapada a otro pueblo con encanto en la comarca del Sobrarbe: Boltaña, que goza aún de la típica construcción pirenaica. Hasta aquí la crónica de la escapada con perro a Ordesa y Monte Perdido.

ACCESO A BARES Y RESTAURANTES CON PERRO EN ARAGÓN

Para los turistas con mascota que visitan Aragón, la hora de comer se convierte en un problema. La razón es que en esta comunidad autónoma había, hasta diciembre de 2022, un lío jurídico que en la práctica frenaba la aceptación de mascotas en la hostelería (la normativa autonómica prohíbe a los lugares que sirven comida que sean ellos los que decidan si las mascotas podemos o no entrar, mientras que algunas ordenanzas municipales sí lo permiten). La situación normativa cambió con la publicación de un Real Decreto permisivo en diciembre de 2022 y, de hecho, el propio Ayuntamiento de Zaragoza presentó en marzo de 2023 una guía para animar a bares, restaurantes… a aceptar mascotas de una manera ordenada. Puedes ver la guía en este enlace.

Esperamos volver pronto por Aragón y, ya que esta inseguridad jurídica se ha despejado, ser testigos de un auge de comercios amigos de las mascotas y daros aquí nuestras pistas.

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