INTELIGENCIA ARTIFICIAL CONTRA LAS CACAS DE PERRO
España ha sido el primer país que ha aplicado la tecnología informática al registro de la huella genética canina. Este sistema, que permite seguir el rastro de las heces de perros abandonadas en las calles (y multar a sus dueños), ha conseguido un nivel de fiabilidad de casi el 100%, gracias a un programa de software puntero. La inteligencia artificial ha llegado al mundo de la limpieza viaria.
Por ELENA DELGADO CASTRO
La lucha contra el abandono de los excrementos caninos en las calles ha permitido agudizar el ingenio y desarrollar tecnología puntera para tal fin. Un buen ejemplo de ello es ADN Canino, una empresa que ha entendido que la huella genética no tiene valor si los datos no se gestionan eficazmente. Para ello ha invertido tiempo y esfuerzo en desarrollar un sistema capaz de dar respuesta a todo el proceso de registro, seguimiento y custodia de las muestras. Los logros son más que llamativos.
El programa se ha realizado a la medida de las necesidades del sistema, tal y como explica el responsable del mismo, Antonio Mateos. Eso permite la precisión y fiabilidad necesarias para que el método con huella genética funcione correctamente y no haya errores.
NADA SE ESCAPA A LA TECNOLOGÍA
Para empezar, se ha creado un programa específico para generar un censo del ADN del perro, cuya muestra de saliva toman las clínicas veterinarias y analizan los laboratorios y cuya información es almacenada por los ayuntamientos. Con este sistema tan avanzado y hecho a la medida se puede localizar al “dueño” de una caca abandonada en la calle comparando el perfil genético de dicho resto canino con toda la base de datos de los perros que se han dado de alta en el censo. Si la muestra se ha recogido, almacenado y custodiado correctamente la fiabilidad es casi del cien por cien.
ADN Canino ha introducido otro avance, llevando un poco más lejos la inteligencia artificial al terreno de la huella genética canina. Cada muestra de heces recogida en la calle es geolocalizada a través de un software (iGecan) que genera de forma automática un mapa de heces. Con este “gran hermano” los ayuntamientos tienen acceso a estadísticas e informaciones muy valiosas, como saber en qué zonas hay más perros sin cesar, y mejorar así las bases de datos. Tal y como explica Antonio Mateos, “cuando analizamos un número considerable de heces “sin dueño” en una zona, podemos saber si pertenecen a un solo perro o a veinte, de modo que se puede hacer un seguimiento de zonas de paseo”. Con esta información los ayuntamientos pueden mejorar los censos caninos.
CADENA DE CUSTODIA
Asimismo, el sistema también se encarga de saber en tiempo real dónde están los paquetes de muestras de las heces recogidas, para no perder de vista la cadena de custodia y garantizar la protección de los datos, sobre todo en el caso de que la recogida de la muestra conlleve una sanción. “Es algo similar -compara Mateos- a lo que hace la Policía con los estupefacientes. En este caso es fundamental saber dónde ha estado el material y tener siempre control sobre él”.
Todos los avances tecnológicos que ha introducido ADN Canino están logrando una alta fiabilidad del sistema. En España ya hay cerca de 20 municipios que lo han implantado para reducir las cacas abandonadas.