REFUGIO TURGALIUM
Atraído por el impulso que la ciudad de Trujillo quiere dar a la integración social de las mascotas, Pipper viajó hasta la ciudad extremeña en diciembre de 2020. Allí conocimos a Mario Gilabert, responsable del Refugio Turgalium y asesor del Ayuntamiento para la modificación de la ordenanza municipal que, una vez aprobada, permitirá a bares y restaurantes la admisión de clientes con perros de compañía en sus establecimientos. Mario nos valoró la medida y nos contó la labor que realizan los voluntarios de esta entidad que vela por los animales de la zona.
Mario Gilabert, responsable del refugio Turgalium, con Pipper y Ángel. En las otras imágenes, varios perros rescatados por la asociación protectora.
Por: ELENA DELGADO
El impulso a la integración de las mascotas en la sociedad tiene muchos nombres propios, y el de Mario Gilabert es uno de ellos. Lleva cuatro años al frente del Refugio Turgalium (Trujillo, Cáceres) y su defensa de los animales de compañía tiene ciertas dosis de mesura, sentido común y corresponsabilidad con los gestores y políticos, cualidades no siempre fáciles de encontrar.
Trujillo ha dado un paso firme en la integración de los perros en la ciudad con la modificación de la Ordenanza reguladora de tenencia y circulación de animales, y lo ha hecho con el asesoramiento y colaboración de Mario. Entre las novedades que contempla la modificación de la Ordenanza que lleva a cabo el Ayuntamiento destaca la posibilidad de que la hostelería pueda admitir libremente mascotas en sus locales. “Han sido meses de reuniones con los responsables municipales y con los empresarios y comerciantes de Trujillo para que nuestra ciudad sea pet friendly”, comenta Gilabert, que tiene claro que el turismo con perro generará enormes beneficios económicos en destinos como Trujillo.
El primer escollo ha sido modificar la prohición expresa de la entrada de perros en restaurantes y bares y, después, convencer al sector hostelero para que dé el paso de admitir mascotas. Gilabert reconoce que las reuniones no siempre han dado sus frutos, y que no todos están dispuestos a admitir animales. “Hay mucho desconocimiento, que genera reticencias y desconfianza, piensan que van a espantar a otros clientes, o que los perros pueden ensuciar o estropear sus locales, pero la verdad es que ha sido llegar Pipper a Trujillo y muchos hosteleros han dicho que quieren ser pet friendly”.
EL TURISMO PET FRIENDLY, UNA OPORTUNIDAD
Mario no oculta su satisfacción por haber contribuido a la modificación de la ordenanza y el gran paso que supone para Trujillo hacia una ciudad más dog friendly. “Con la nueva ordenanza, el permiso para que los perros entren en la alcazaba y paseen por el adarve de la muralla y algunas otras medidas referidas al transporte, como que los taxis también puedan acoger mascotas, hemos conseguido que se nos escuche”.
La clave del cambio es aceptar que el turismo pet friendly es una salida real a la crisis del sector y entender que la gente que viaja con mascotas es respetuosa. Por eso Mario trabaja siempre ese doble sentido de la responsabilidad: la de la sociedad con los perros, y la de los perros (sus dueños, en concreto) con la sociedad. “Las mentalidades tienen que cambiar, no podemos ser tan anticuados, negarnos a vacunar, o a poner el microchip a nuestro perro, o no recoger los excrementos, tenemos que hacer pedagogía, que las personas entiendan el beneficio de las mascotas en la sociedad, y los dueños comprendan la responsabilidad que tienen con sus animales de compañía”. Por ello también han pedido que la Ordenanza endurezca las multas a los dueños infractores que no recogen los deshechos o incumplen las normas.
UNA ASOCIACIÓN VOLCADA EN INTEGRAR ANIMALES ABANDONADOS EN LA SOCIEDAD
Con esa mentalidad también trabajan en el Refugio Turgalium: no solo recogen animales de compañía abandonados, sino que los acogen y los integran en la sociedad y promueven la comprensión de la sociedad hacia los perros con campañas de concienciación, actividades en colegios, recogida de alimentos para los perros del refugio…
Turgalium tiene capacidad para 24 animales, aunque en ocasiones deben hacer hueco para más. “Cuando nos constituimos como asociación y nos encargamos de gestionar este refugio municipal -explica su responsable- nuestra máxima fue sacrificio cero”. Un nutrido grupo de voluntarios colabora desinteresadamente en el mantenimiento y el cuidado de los animales mientras que el Ayuntamiento, además de las instalaciones, aporta una ayuda económica y un puesto de trabajo temporal. Gracias al trabajo de esta asociación, Trujillo es hoy, más amiga de las mascotas.
CÓMO COLABORAR CON EL REFUGIO
Se puede colaborar con el refugio Turgalium de varias maneras:
Adoptando un perro o gato, eso sí adoptando con responsabilidad. Los animales son seres vivos, no una moda o un regalo para hacer en Navidad.
Acogiendo un perro o gato, de manera responsable. Este simple gesto es muy beneficioso, ya que deja un espacio libre en el refugio para otro animal que lo necesita y, sobre todo, porque el acogimiento ayuda al animal a relacionarse con las personas.
Económicamente, con una aportación a la cuenta bancaria de la asociación, o mediante Pay Pal (refugioturgalium@gmail.com) o Teaming, que es un sistema de ayudas en el que solo se aporta un euro al mes. La cuenta de Turgalium está en La Caixa y su IBAN es ES30 2100 4950 2922 0009 3393.
Mediante la compra o envío de comida, como hace, por ejemplo, una amiga del refugio que envía alimento desde Francia mensualmente para los mastines.
Difundiendo el mensaje de este grupo de voluntarios, y los anuncios de perros y gatos en adopción/acogimiento para así facilitar que encuentren un hogar.
Las personas que quieran saber más sobre el refugio pueden llamar al teléfono 644606796 o entrar en su página de Facebook.