OLIVENZA

Olivenza con perro

De mi vuelta a España recordaré con especial cariño a Olivenza, el pueblo extremeño con alma portuguesa que me maravilló cuando lo visité en octubre de 2024. Aquí podrás dormir como un marqués en un palacete y posar como un rey en sus monumentos manuelinos. No te vayas sin entrar en su Museo Etnográfico, sin subir a su mastodóntica torre del Homenaje y sin probar la cocina luso-española en el restaurante dog friendly de Villarreal. ¡Perros educados bienvenidos!

Cuando pones una pata en Olivenza, enseguida percibes que has llegado a un lugar con personalidad propia. No solo es uno de los pueblos más bonitos de España, ¡es que tiene impronta portuguesa! Me explico: en 1297, la Corona de Castilla transfirió a Portugal el pequeño pueblo de Olivenza. Los gobernantes lusos levantaron sus principales monumentos y edificios, y lo fortificaron. Cinco siglos después, en 1801, España lo ocupó. Hoy, una canción popular recuerda que Olivenza es hija de España y nieta de Portugal.

Los 500 años de titularidad portuguesa dieron forma al Olivenza de hoy en día. No hay más que observar sus casas blancas, los edificios con arcadas, sus azulejos, el empedrado de adoquines blancos y negros, los nombres de las calles (que combinan el actual en español con el antiguo en portugués), sus murallas e iglesias: ya sé que no admiten perretes, pero, si puedes organizarte con el tuyo, entra un momento a ver la Iglesia de Santa María Magdalena, joya manuelina. Todo es una maravilla en esta villa de Badajoz separada del país vecino por el embalse de Alqueva, uno de los mayores de Europa.

La foto que encabeza este post es un buen ejemplo de la arquitectura lusa que caracteriza a Olivenza. Delante de ese portão del siglo XVI de estilo manuelino, ¿quién no se siente como un rey? Pues resulta que esta puerta es el emblema de la villa (y uno de los accesos a su ayuntamiento).

El Olivenza nos plantamos en octubre de 2024 en busca de planes para hacer con perro.

DORMIR EN UN PALACIO

Para dormir escogimos un palacete emblemático de la localidad, a dos pasos del ayuntamiento. Es el Hotel Palacio Olivenza, que reabrió en 2023 con una importante novedad: los perros educados son bienvenidos. No solo en sus habitaciones, sino que los huéspedes pueden bajar con su mejor amigo al precioso patio interior donde se sirve el desayuno. Pablo repitió mollete cada mañana. ¿Pero de dónde sale ese jamón ibérico que huele tan bien? El hotel está muy bien y funciona más como una casa rural que como un hotel de cuatro estrellas, pese a que lo parezca (no dan comidas ni cenas y la recepción abre solo por las mañanas). Las habitaciones son amplias y dormimos genial. Yo siempre llevo mi camita, pero en el hotel te ponen una si lo necesitas, además de bebedero y comedero. Cobran un suplemento por perro y día.

A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades y pueblos extremeños, en Olivenza no fuimos capaces de encontrar bares, cafés y restaurantes que admitan clientes con perros educados en el interior. Salvo dos excepciones: el bar Hugo, frente al hotel en el que nos alojamos, y el restaurante Marina Villarreal (distinguido con Solete Repsol), que está en el embarcadero deportivo de la villa, a diez minutos en coche (si sabes de algún otro, escríbenos y lo apuntamos en la lista más abajo). Ojalá que en nuestra próxima visita, podamos comprobar que Olivenza se suma a la tendencia de los principales destinos extremeño.

ALCÁZAR DE OLIVENZA

Los perros educados somos bienvenidos en el Alcázar de Olivenza, en el centro de la localidad. Esta fortaleza tiene su origen en el siglo XIII. La Orden del Temple la levantó, pero pronto la ciudad quedó en manos de Portugal, que se encargó de ampliarla. Destaca la torre del homenaje, que mide cerca de 40 metros de altura y 18 de lado.

Entusiasmado con el plan, nos dispusimos a subir las escaleras para alcanzar la terraza de la torre cuando vimos que en vez de escaleras había 17 rampas. Era la primera vez que entraba en una torre con rampas. En el primer piso puedes acceder al adarve de la muralla y recorrerlo de lado a lado. Según vas subiendo te encuentras con dos estancias interiores y, por fin, la azotea. Tengo que reconocer que cuando miras abajo te da un poco de vértigo. Por cierto, muy chula la iluminación de las rampas, que simulan antorchas y completan la poca luz que entra por las saeteras.

Lo que no me hizo mucha gracia fue oír el nombre de los voladizos que hay en lo alto de la torre desde los que podían arrojar piedras, materiales ardientes y otros proyectiles sobre el enemigo: matacanes.

Si te quedas con las ganas de entrar en más castillos restaurados, a media hora en coche está el castillo de Nogales. Te lo contamos en nuestro post sobre Zafra.

MUSEO ETNOGRÁFICO

Las familias con perro educado también pueden visitar el Museo Etnográfico Extremeño González Santana, que se encuentra en el mismo recinto del alcázar. Entrar en este lugar es viajar en el tiempo para ver cómo vivían hace muchas décadas los vecinos de la zona. En cada sala puedes ver recreada con todo detalle (parecen escenarios de película) una consulta médica, una sastrería, la barbería, la tienda de ultramarinos, la escuela, la herrería… Yo me tumbé delante de la bodega recreando una estampa típica de antaño. ¿Quién no tenía un perro en su bodega? Aunque, ahora que lo pienso, espero no dar argumentos a quienes por la calle me paran y exclaman “¡Qué bodeguero más guapo!” (en realidad soy un Parson Russell Terrier).

Volviendo al museo… en él también encontrarás piezas arqueológicas encontradas en la zona, tallas y otros objetos de arte sacro, etc.

MUSEO PAPERCRAFT

El Convento San Juan De Dios alberga la Oficina de Turismo de Olivenza y una sorpresa en la primera planta: una colección de más de 700 figuras en tres dimensiones realizadas ensamblando con pegamento pequeñas piezas de papel. Se denomina Museo PaperCraft y en su web cuentan que es único en España dedicado a esta técnica (recortar y pegar, recortar y pegar…).

Los niños, pequeños y grandes, disfrutarán viendo figuras de todos los tamaños que representan a superhéroes, personajes de películas, dibujos animados, monumentos o animales. Tienen un Hulk gigante, un Spiderman que trepa por la pared y un pueblecito Pitufo… También hacen una exposición temática en función de la época del año. Yo vi una de Halloween. El artista detrás de esta colección es Guillermo Rebollo, vecino de la localidad. El museo ha cumplido diez años de existencia. Tenéis más información en su página de Facebook.

COMER Y NAVEGAR POR EL GUADIANA

A doce minutos en coche del casco urbano de Olivenza se encuentra una pedanía llamada Villarreal, que cuenta con un embarcadero deportivo a orillas del Río Guadiana, frontera natural con Portugal. ¡Estamos en la Raya! En este lugar hay un restaurante muy chulo con una pedazo de terraza mirando al río y a la fortaleza portuguesa de Juromenha, y una amplia zona de césped. El restaurante admite perros educados y allí el rey es Pelotudo, el anfitrión canino que me recibió y me mostró la zona. Un encanto él y toda su familia. Podéis verle en las fotos.

El restaurante se llama Marina Villarreal y su cocina está reconocida con un Solete Repsol. Ofrece platos españoles y lusos: bacalao, pulpo al estilo lagareiro, o solomillo al ajo tostado. La mayor parte del público prefiere comer en la agradable terraza que hay de cara al río, pero si necesitas una mesa en el interior, indícalo al hacer la reserva y especifica que vas con perro. También se puede reservar pasaje en un pequeño barco dog friendly que gestiona el mismo restaurante y que permite dar una vuelta de una hora aproximadamente por el río. Otra posibilidad es zarpar en él para cruzar a la orilla portuguesa, un trayecto de escasos minutos. Desde el embarcadero luso se suben unas escaleras hasta el pueblecito amurallado, que está siendo restaurado en los últimos tiempos.

PONTE DA AJUDA

Por cierto, Inma, del restaurante, nos dio la pista que necesitábamos para ir directos a ver el puente de Ajuda, construido por Portugal en 1521 para facilitar la defensa de Olivenza y destruido parcialmente por España en 1709, en el contexto de la guerra de sucesión española. El puente no ha vuelto a ser reparado, pero es un lugar muy especial que simboliza las desavenencias históricas entre los dos países en torno a Olivenza.

Inma nos recomendó coger una pista que va, paralela al río, directa desde Villarreal hasta el puente (en vez de volver a Olivenza y tomar otra carretera hacia el Guadiana). Y así hicimos. En unos minutos nos plantamos en este escenario histórico. El puente tenía 453 metros de largo y 19 arcos. Ocho arcos permanecen en el lado portugués y cinco en el español. Puedes subir a la plataforma y observar el vacío que permanece ahí tres siglos después. Una sensación extraña. Más si miras a un lado y ves, el nuevo puente construido en el año 2000.

Seguimos viajando por Badajoz de la mano de Turismo de Extremadura.

DORMIR CON PERRO EN OLIVENZA

Hotel Rural Olivenza Palacio. C. Moreno Nieto, 3. Olivenza, Badajoz. Tel. 606 95 40 77

Hotel Heredero. Carretera de Badajoz, Km 23.700. Olivenza, Badajoz. Tel. 924 49 08 35

Apartamento Turístico Casa Bari. C. Reyes Católicos, 17, A. Olivenza, Badajoz. Tel. 657 85 38 15

Extremadura con perro